lunes, 26 de mayo de 2014

PINTAR DE COLORES LA VIDA



Me gustaría pintar con mi vida todo lo que me rodea. Teñir de colores vivos e intensos los huecos grises que aparecen en el camino y que no dejan sitio a la alegría.   Quisiera matizar con suavidad el alma de este mundo y transformarlo en un arcoíris  donde la libertad y el sosiego se den la mano y se abracen de extremo a extremo de la tierra.
           
     Quisiera pintar de azul  esta vida. Azul como el mar que ven mis ojos cada mañana, mezcla de tonalidades que confluyen en una manta inmensa y armónica, que al recibir los rayos del sol  y al contemplarlas, quedas en un estado de embriaguez y serenidad.

Quisiera pintar el alma… Alma, corazón rojo que apasiona, que   desenamora y   enamora, que llena  el aire  de sentimientos poderosos y cálidos que atrapan mi existencia y que sellan mi vida llenándola de calor y color.

Quisiera pintar el aire que respiro con el color de la belleza y  de la armonía, con  la suavidad que merece tu presencia, con  el brillo  que  recibo  de tus ojos  y que sin saberlo, me dan fuerza y energía.

Quisiera saber mezclar en la paleta  de los días, los colores adecuados para vivir en plenitud mi existencia. Utilizar tonos con matices diferentes, con mezcla de verdes, amarillos y azules, de ocres y morados… buscando la belleza completa.

 Quisiera tener el arte de dar ese toque de color que hace que la obra sea perfecta, esa pincelada marcada con cada instante que vivo, capturar los momentos que dan sentido a nuestra existencia y plasmarlos en colores y formas variadas y diferentes.

Quisiera pintar con mi vida todo lo que me rodea y   mirar, admirar, contemplar y descubrir la plenitud  de lo que me envuelve, la plenitud de mi vida.


¡Gracias VIDA por pintar cada día de color mi existencia!