TENGO GANAS DE TI

De tu mirada que atravesaba  mi alma y  que sin  aún sin decir palabras descubría lo que sentía dentro de mí.
De tu sonrisa que recorría todos los rincones de la casa y que era aire fresco en este mundo que rueda a veces sin sentido.

De tus manos que me llevaron por las calles de la vida enseñándome aquello que tuve que aprender suspendida en el abismo

De tu cielo con estrellas, de tus noches calladas mirando el mar y susurrando con las olas, palabras que llegaban al alma.

De tu música, inspiración de poetas sin verso y de musas que han perdido la esperanza.

De tus lágrimas y de  tus risas, de los buenos momentos compartidos que se graban en el espacio sellando los sentimientos.

De tus consejos y de tu escucha, de tus palabras y de tus silencios, de la sabiduría que los años te regalaron  con el libro de la vida.

Tengo ganas de ti… y aunque sé que no te puedo tener, me basta con saber que estás.

¡¡¡ FELICIDADES PAPÁ!!!!!!

"El más pequeño y el más grande de nuestra casa"

Hoy cumples 94 años. Toda una vida para celebrar y para agradecer. Noventa y cuatro años son una historia llena de sabiduría, de experiencias, de paciencia, de dificultades vividas siempre, eso sí, con una sonrisa. ¡¡Gracias, papá por tu vida! Gracias por estar entre nosotros animándonos, protegiéndonos, siendo el gran patriarca que nos une y nos reúne. Gracias por tus buenas noches diciéndome “adiós reina” y tu beso en la mano, que me hace sentir así por unos instantes y soñar con ese palacio de cristal donde hay calor, color y cariño. Gracias por no dejarnos  y hacer de la entrega algo sencillo y fácil. Tus historias reflejan tu vida llena de ilusiones, de momentos vividos de verdad y con intensidad, de recuerdos que se han quedado grabados en tu corazón y que quieres que se queden en el nuestro. Gracias por haberte quedado con la esencia de las cosas, con lo importante, con lo que vale la pena, con los buenos momentos y con los que te han hecho sufrir sacando de ellos siempre un aprendizaje. Eres fuerte, papá, muy fuerte y estás lleno de vida…cuánta vida tienes dentro, la pasada y la presente que está  llena de todos tus hijos y tus nietos que no nos separamos de ti.

                Noventa y cuatro años que hoy me hacen brindar por ti, porque te quiero, porque eres lo mejor que tengo, sencillamente por ser mi padre, mi modelo y mi ejemplo a seguir. Sé que hoy hay alguien el  cielo que está brindando con nosotros, tu compañera de camino la que te acompaña siempre y te acompañará, tu REINA de verdad.

DETALLES

Brindo por los detalles que la vida me regala. A veces pasan desapercibidos por el ajetreo de cada día, a veces  aparecen sorprendentemente dando un tinte de esperanza a mi vida, a veces me hacen despertar del sueño profundo que invade el alma…Siempre y en todas las ocasiones son los regalos que si darme cuenta me despiertan, me sorprenden, me acarician, me hacen respirar profundamente para seguir caminando hacia delante. Son vitaminas que fortalecen mi  interior.

Detalles…

• Mirar por la ventana  y ver aparecer un sol radiante que te acompañará todo el día.
•  Contemplar el mar  escuchando el lenguaje de sus olas que juegan con tu alma.
• ¿No es un regalo una noche de estrellas escuchando el silencio?
•  Encender la radio y escuchar esa canción que te recuerda un momento especial o que te transporta en el espacio y el tiempo.
•  Una llamada inesperada de alguien especial que llama justo a tiempo.
• Esa sonrisa que aparece en tu rostro cada mañana y que mis ojos ven contagiándome la alegría de vivir.
• Abrazos, besos…el cariño de los que te rodean y que te animan a seguir por el camino de la vida.
• Una mirada que te atrapa en un sueño imposible y que sin decir nada  lee tu corazón.
• La risa de los niños que te hace olvidar por un segundo la oscuridad del alma.

Pues sí, hoy brindo por las cosas pequeñas que nos preparan para que algo grande nos sorprenda. “Porque la vida está llena de detalles, de regalos, de caprichos, de palabras y de momentos preciosos envueltos en papel de celofán”.

QUIZÁ HOY...

Quizá hoy no sea el mejor día para escribir cuentos y la inspiración me traicione alejándose con las musas del viento que sopla en el más allá. Quizá hoy el recuerdo de los seres queridos invada mi corazón y el sol se esconda en una nube jugueteando con mis sentimientos. Quizá hoy sea un buen momento para comenzar una historia o quizá no…porque es muy probable que cuando empiece una historia, finalice otra y en mis cuentos no quiero que existan historias sin final feliz. Quizá hoy el tiempo  me dejé soñar lo imposible y por un instante conjugar el verbo amar en todos los tiempos, sintiéndome libre, desnuda, sin ritmo que marque las horas, ni miradas que dañen mi piel. Quizá hoy en el límite de lo infinito vuelva a saltar al abismo y mis sensaciones no me dejen volver y cierre los ojos y en el límite de lo perdido, la naturaleza me embriague en un sueño sin despertar. Quizá hoy….¡¡¡Sí, HOY!!!!

APRENDÍ...



Me pregunto cómo aprendí a vivir

y cómo aprendí a sentir y a sufrir.

No lo sé, pero aprendí.

Aprendí a abrazar cuando me abrazaste

a llorar cuando te perdí

a mirar cuando me miraste

a ser cuando creíste en mí.

Aprendí a escuchar corazones

a abrir puertas cerradas

a sonreír a pesar de sentir miedo

a esperar  en la eternidad del tiempo.

Aprendí a mirar las estrellas

y  a conquistar el silencio

a soñar lo que es imposible

y a despertar cuando se rompieron mis sueños.

Aprendí mirando el mar

que existe la profundidad

y que después de la tempestad

llega la calma.

Aprendí en la noche de tus ojos,

que la tristeza existe

y en su brillo,

que aún queda la esperanza.

Me pregunto cómo aprendí a vivir

y cómo aprendí a sentir y a sufrir.

No lo sé, pero aprendí.





No le hagas daño a nadie
           ni juegues con sus sentimientos
        que el corazón que es sagrado
    solo se merece que lo ames.



MIRADAS

La raíz de la mirada está en el corazón.

                                           (Pacoyo)

Hoy he mirado y al mirar… he descubierto miradas que reflejan el alma.

Miradas cansadas por el paso de los años,  gastadas de tanto mirar amaneceres vestidos de  fiesta y de nostalgia.

Miradas que van más allá de lo que los ojos miran y  penetran en la vida robando su sabor.

Miradas que brillan enamoradas y chispean y vibran y nos hacen mirar sin miedo a la aventura de vivir.

Miradas tranquilas que  nos serenan, nos arropan y envuelven con ternura nuestra alma.

Miradas que congelan al mirarlas. Nos detienen, nos alejan, nos hacen querer huir para no contagiarnos de su frialdad.

Miradas que hablan, miradas que callan y que al callar dicen todo.

Miradas que no miran, que están perdidas buscando el camino y el horizonte de sus vidas y vagan  disipadas en su mundo.

Miradas inocentes, sin dobleces, sin intenciones, sin maldad.

Miradas cómplices que  conectan dos pensamientos al unísono, que unen, que lo dicen todo sin hablar entrelazando sentimientos.

Miradas que transmiten intranquilidad o tranquilidad, inseguridad o seguridad, resignación o inconformismo, enfado o complacencia, tristeza o alegría, inquietud o sosiego.

Miradas… tu mirada, mi mirada.

Hoy he mirado y al mirar, he descubierto el reflejo de mi alma.