Cierro los ojos. Mi cuerpo se arraiga
en la arena sintiéndome una con el universo. Me embriaga el sabor de la vida
que me rodea, el color del mar, el calor del sol, el brillo y la luz del día… Y
entra en quietud mi alma. Escucho las olas del mar, intentando buscar un ritmo
que no encuentro y descifrar el lenguaje de la naturaleza que me envuelve. Sus olas
llegan con fuerza y al romper y al hacerse una con la arena, se
van con suavidad…Fuerza y suavidad… suavidad y fuerza…
Escucho queriendo entender y pienso en
la vida, en mi vida… calor, color, brillo, luz, quietud… A veces buscando un
ritmo que no encuentro, un lenguaje que ni yo misma entiendo, golpes con fuerza y otros
con suavidad y en medio de todo, descubrir que la VIDA es sorprendente, es como la música del mar…fuerza
y suavidad, sentimientos e instintos, profundidad y armonía queriendo llegar a
la perfección.
¡¡¡Vida,
música del mar…gracias por brindarme instantes y momentos que engrandecen mi
alma!!!
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